ParKeTematiKo

[magic32]

Como viene siendo habitual estos años, llegado el mes de julio, tocaba viaje. ¿Dónde? Si en 2006 fue Orlando y en 2007 visitamos la costa oeste (San Francisco, Las Vegas y Los Ángeles), este año el destino daba un giro de 180º: Japón. Lo que empezó con un simple “¿Nos vamos a Japón?” allá por octubre de 2007 estaba a punto de hacerse realidad. ¿Porqué Japón? La verdad no sé si fue Disney lo que me llevó a Japón, o Japón a Disney. De cualquier forma, merece la pena “acercarse” a conocer un país y una cultura tan distinta a la nuestra y de la que tendríamos que copiar muchas cosas, no todas, pero si gran parte de ellas...
Atrás quedan muchas horas de internet buscando información, de messenger (muchísimas gracias Halfing! i ), de correos electrónicos con Osaka (gracias María José y Hosto, sois geniales!!! ); en definitiva, horas para intentar dar forma a un viaje que no es fácil de confeccionar y que intentas tener lo mejor atado posible por una razón muy sencilla: son muchos sitios que ver y poco tiempo disponible.

En total fueron 17 días, divididos del 10 al 18 de julio en Tokyo, y del 19 al 27 en Osaka, intentando compaginar visitas culturales con visitas de “trabajo”, es decir, parques temáticos. Desde ya adelanto que he estado en el mejor parque temático de los que conozco (no es que conozca muchos, pero alguno sí...): TOKYO DISNEY SEA. Pero todo a su tiempo.

El 10 de junio, después de haber recogido a José, el Maño (un clásico) el día anterior y haber disfrutado de unas costillitas en el Friday’s de Nassica, pusimos rumbo a la T2 de Barajas con otro clásico de los traslados, mi padre (gracias “brothel”!). Volábamos con Air France por una razón obvia: fue lo más barato que encontramos (1000 €). La salida era a las 7:15 destino Charles de Gaulle, París. Y para no perder costumbres, no sé si buenas o malas, estábamos en la terminal con bastante tiempo de antelación (lo reconozco, soy un poco agonías con los tiempos de los aeropuertos...) El vuelo, sin retraso. Llegando a París sobrevolamos el parque que tenemos en ese país que limita al norte con España y sirve para quitarnos el mono a los Disneyadictos. Por desgracia, la cámara no estaba a mano y la verdad es que me hubiese gustado hacer una foto (tal vez a la vuelta, tal vez...)
Al aterrizar en París no fue necesario volver a facturar equipaje ya que no cambiábamos de compañía pero sí tuvimos que pasar otro control y con el tiempo justo para ir al servicio llegamos a la puerta de embarque donde nos esperaban 12 horas de vuelo, 12. Ahí es “na”. Los asientos ya los habíamos elegido a la hora de comprar los billetes por internet. Tanto los de ida como los de vuelta (que ya comentaré...). Así que, para dentro, envidiando esos asientos de primera o de bussiness o de lo que sea, pero cojonudos al fin y al cabo . Y rumbo a Japón, Tokyo espera...
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of imagination... Beyond it is another dimension. A dimension of sound. A dimension of sight. A dimension of mind.

[edmenahi]

Me apunto!!!

A ser un agonias en los aeropuertos, porque prefiero llegar con muuuuucho tiempo de antelacion que tener que ir con el culo adelantandome, que ya me paso en Barajas con un vuelo de Ryanair. Creo que desde esa vez, en que ya incluso habian cerrado el mostrador de facturacion, Barti me toma un poco mas en serio en lo de ir con tiempo

Tambien me apunto a tu review, porque se de sobra que es una guia de viaje (Hombre, juego con ventaja, porque ya he leido unos pocos capitulos en CEEMR )

Gracias por publicarla aqui

No voy a ser el unico que se alegre de que lo hayas hecho



Ah! una pregunta. ¿El aterrizaje en Tokyo es tan bestial como se ve en algunos videos? Tengo un amigo piloto y me tiene dicho que aterrizar en Tokyo es solo para expertos, pues pasas casi rozando los tejados de los edificios
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Saludos. Volveremos a vernos, pero aún no. Aún no.

[Chandler]

Como he leido una parte de esta Guia de Viaje en CEEMR, comparto lo dicho por Edmenahi. Deseando leerla completa.

[defkon]

Lo que he leído me ha gustado mucho, a ver como termina.

[Efrain]

Como siempre Señor Miyagi, perdón magic32, Excelente inicio y estoy seguro que el resto será
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Saludos Amigas y Amigos de Parketematiko.com!!!

[Marta]

Hola Magic!!!

Un placer releerte, pero hubiera sido mejor acompañarte
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y yo soy mujer de mucha FE...........................
Un abrazo chaval,
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Marta y Familia.
Para lo que haga falta aquí estamos !!!!

[Modegod]

TIRALEEEEEE.
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Pica,pica,pica,pica,picaaaaaaaaaaaaaaaa.

[magic32]

[edmenahi]

Pues tranquilo, Magic, que a Tokyo podras seguir yendo con seguridad

Me he equivocado. Es el aeropuerto de Hong Kong:


Link


Si abres el youtube por el link, mira el video de la derecha que pone "Landing with crosswind" o algo parecido
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Saludos. Volveremos a vernos, pero aún no. Aún no.

[magic32]

11 JULIO – TOKYO

Sabiendo que iba a pasarme medio día en el avión y acaba de salir de una lumbociática de caballo (sería mi cruz casi todo el viaje), ya iba preparado intentando estar lo más cómodo posible y ¿Qué mejor para estar cómodo que llevarte las zapatillas de andar por casa y un pantalón de chándal? Vale, reconozco que un pantalón de pijama hubiese sido mejor, y lo sopesé, pero me dio un poco de palo . Resumiendo: 12 horas sin glamour, pero muy cómodo. El vuelo fue tranquilo, sin turbulencias, con los refrigerios típicos y sintiéndonos como “en casa” no precisamente por las zapatillas si no porque el avión iba lleno de japoneses.

Aterrizaje y primera curiosidad. Antes de entrar en el control de pasaportes, existe una máquina que vigila la temperatura corporal, para evitar contagios de fiebres asiáticas. La imagen que das en el monitor es como si te estuviese mirando Predator. Sin fiebres asiáticas ni del pollo ni nada, hacia el control de pasaportes: rápido, ordenado y sin problemas. En noviembre de 2007 (creo) habían adoptado la norma de registrarte las huellas dactilares y la foto digital, tal y como hacen en EEUU. Parece ser que esta norma no fue aceptada de buen grado por la parroquia japonesa pero me temo que no les quedo otra que tragar. Después de dejar las huellas y la cara le tocó el turno al punto de más incertidumbre de todos los viajes en avión vayas a donde vayas: la recogida de maletas. Gracias a Dios que estaban en la cinta. A una pareja de Málaga se las habían dejado en París (al menos las tenían controladas...).

Ni que decir tiene que además de las doce horas nos regalaron otras siete por lo que el aterrizaje fue a las siete de la mañana. Volvíamos a tener todo el día por delante, pero el día 11.

Con las maletas en la mano nos dirigimos hasta el primer punto de la línea JR para canjear el Japan Rail Pass (a partir de ahora JRP). ¿En qué consiste este pase? Es lo más parecido a un abono transporte, pero únicamente para los trenes de la línea JR, incluidos los Shinkansen (alta velocidad). Existen varios tipos: de siete, catorce o veintiún días, con reserva en primera (green car) o no. La opción que elijimos fue el JRP de siete días (180 €) y el primer de uso sería el 19 de julio, día que marchábamos a Osaka. Muy importante para posibles viajeros: el JRP únicamente se tramita para turistas y hay que comprarlo en España. El procedimiento es sencillo: en cualquiera de las agencias autorizadas (aparecen en la página web de JR) se compra un bono que, una vez en Japón, y con el pasaporte, te canjean por el JRP. El precio no es caro si hay intención de hacer visitas a otras ciudades tal y como teníamos planificado.

Con nuestro JRP en el bolsillo era hora de comprobar si de verdad los trenes japoneses eran tan puntuales como dicen. El tren que debíamos coger salía a las 8:10 rumbo a la estación de Tokyo y tras unos pequeños problemas con los billetes (por culpa nuestra, no de los japoneses) certificamos dos cosas: los japoneses son personas educadísimas y serviciales y que los trenes son puntuales hasta un grado máximo.

En la estación de Tokyo ya me percaté porque un japonés jamás se perderá en el metro de Madrid. La estación era enorme y cualquiera que viaje en ese metro lo podrá hacer en cualquier otro con facilidad. A parte de la cantidad de líneas (públicas y privadas), el sistema de pago es por estaciones y hay que abonar la tarifa antes de entrar. Para evitar jaleos en la entrada, lo mejor es sacar la tarifa a la estación más cercana (a no ser que lo tengas muy claro) y en la salida pasarte por una máquina de “fare adjustment” (ajuste de tarifa) y pagar lo que te falte. Es una forma rápida de viajar en el metro de Japón. De todas formas, si la estación de Tokyo me pareció grande, aún me quedaban por ver la de Shinjuku, la de Shinosaka... Pero con el tiempo aprendes a manejarte sin problema, eh?

De Tokyo a Suidobashi, y primer cuartel general: el Tokyo Dome Hotel (cuatro noches, 310 € c/u). Aunque era muy pronto se pudo hacer el check-in sin problema y marchar a la habitación en el piso 28 (de 43). El hotel se encuentra en lo que llaman Tokyo Dome City, donde además del hotel existe infinidad de tiendas, de restaurantes, spa, alguna coaster y, por supuesto, el Tokyo Dome donde juegan los Yomiuri Giants.





Con la maleta en la habitación era hora de comenzar a conocer Tokyo como verdaderos guiris o gaijines que así es como nos llaman ellos. La primera visita era una zona cercana a Suidobashi, así que nos fuimos al metro y tomamos rumbo a Nicholai do, una catedral ortodoxa que recibe su nombre en honor a San Nicolás, un misionero ruso que intentó expandir la religión ortodoxa en Japón. Es extraño encontrar este tipo de arquitectura en Japón, de ahí su visita.





Desde aquí, a Yushima seido. Este edificio se construyó en 1690 para estudiar a Confucio, en la época del sogunato Tokugawa. Como otros muchos edificios, fue destruido por el terremoto de 1923. Poco queda del edificio original. Tuvimos bastante suerte ya que sólo abren los fines de semana y festivos.






Intentando llegar al santuario Kanda Myojin, nos encontramos con otro de los santuarios que había que visitar: Yushima Tenmangu (también se le conoce con el nombre de Yushima Tenjin). Éste es un santuario sintoísta construído en el año 458 con madera de ciprés y dedicado a Sugawara Michizane, una figura histórica dentro de la cultura japonesa, político y poeta. Aquí, los estudiantes vienen en época de examenes para pedir buenos resultados: escriben su deseos en una tablillas y las atan en una rejillas que están en el patio. Pero yo, que de esto de los estudios sé un poco, les diría a los japoneses que o se hincan los codos o ya se puede rezar a quién sea…







Por el camino, esto es lo que encontramos en un escaparate:



Gran momento sin duda, pero me hubiese gustado más la portada con el capitán...
A la vuelta, Kanda Myojin y primera curiosidad: de una oficina (supongo) salían los trabajadores y todos se dirigieron a este templo a realizar sus oraciones. ¿Cómo se reza? Muy sencillo: Primero se tiran unas monedas a un gran cajon situado para ello, se hacen dos reverencias y se dan dos palmadas, se hace otra reverencia más profunda y ya está.





El santuario Kanda Myojin originalmente estaba situado en Otemachi, allá por el 730. Posteriormente, y por decisión de Ieyasu Hidekata, segundo sogún de la era Tokugawa, se trasladó a su lugar actual en 1616. El terremoto de 1923 lo destruyó, pero fue reconstruido en el mismo sitio. Este santuario está dedicado a varios dioses: el de los negocios, el del matrimonio (se busque o se tenga) y el de la medicina.





Con el tiempo a favor, nos dirigimos a Akihabara, el barrio de la electrónica. A lo largo de la calle principal, Chuo dori, hay más de mil tiendas donde encontrar cualquier cosa que funcione conectado a un enchufe o con una batería. La próxima vez me daré una vuelta por la noche, para ver la zona con todos los neones encendidos.





Después de buscar una tienda para que José comprara una máquina de fotos, llegó la hora de comer. Como ya me habían dado algún consejo sobre la “gastronomía” de los Mcdonalds, me falto tiempo para pedirme una “McGamba”. Vale, Half, lo reconozco: está buena, pero tampoco para estar todos los días comiendo hamburguesas. Los menús, más baratos que en España. Y ahí viene otra de las leyendas urbanas de Japón. El comentario habitual de todos mis amigos cuando les dije que marchaba de viaje a Japón, o a la vuelta, ha sido casi unánime: “Japón, todo carísimo, ¿no?” Pues no. Vamos a quitarnos de la cabeza esa idea de que Japón es caro. Puede ser cara una camisa de Dolce & Gabbana, pero también es cara en España. Los transportes tal vez sí sean un poco caros, pero lo básico, como la comida, no lo es.

Con las pilas cargadas, regresamos al hotel para una reconfortante ducha, deshacer la maleta y darnos una vuelta por el Tokyo Dome City. Y claro, con coaster de por medio, no quedo otra que disfrutar de las atracciones que nos brindaba la zona. No es que fueran muchas pero eran divertidas.



Después de dar buena cuenta de las atracciones y de cenar en uno de los muchos restaurantes que hay por la zona, a dormir. Llevamos dos días enteros sin dormir y eso, estés de fiesta o no, cansa. Pero antes, me fui a tomar la penúltima a la planta 43 del hotel: éstas son las vistas.





¿He dicho que hacía mucho calor?...
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[Efrain]

[defkon]

Efrain... grande, muy grande...

[sin]

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[empaire]

Que raro que hayas hecho el mismo viaje, en los mismos días, en los mismos lugares, en los mismo hoteles que nosotros y no hayamos coincidido en ningún momento.
Es como si no hubiesemos existido....
A más a más hay ya un post abierto con la mismita review, con lo mismito, mismito, pero con otro titulo...
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Lo mas grande que te pueda suceder, es que ames y seas correspondido

[edmenahi]

Empaire, si admites criticas, desde mi punto de vista, no tienen ni punto de comparacion tu review y la de Magic.

Lo tuyo es mas bien un album de fotos, pues no expresas en absoluto los sentimientos ni aportas datos que puedan servir a otros para futuros viajes al mismo sitio.

¿Dos reviews del mismo viaje? Si ¿y? Tambien mucha gente va a Orlando y cuelgan una y otra vez las mismas reviews -con matices, claro- y no pasa nada.

Tu sigue con la tuya y que Magic haga lo propio. Luego, cada uno sabra donde leer o donde mirar fotos.
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Saludos. Volveremos a vernos, pero aún no. Aún no.