DÍA 2: PRIMER DÍA EN EUROPA-PARKPuntual. El reloj sonó puntual a las 7 de la mañana y no tuvimos muchas más narices que levantarnos, pese a lo poco que habíamos dormido la noche anterior (sobre todo el pobre Lincow, que si no me equivoco sobre las 3 de la madrugada ya estaba saliendo de casa). Ducha matutina y al desayuno. Una cosa que no comenté que ya comprobamos el día anterior fue lo «peculiar» que era la mujer que nos recibió (que imagino sería la dueña). Muy buena gente, sin duda, pero a los tres nos quedó claro que tenía algún tipo de deficiencia mental. Quizá por eso, o tal vez no, la sala que hacía las veces de recepción y desayuno tenía un estilo, digamos un tanto... pues eso, peculiar también. Como dice Lincow, era
Disney wannabe por completo.


Quizá en las fotos tampoco se aprecie mucho, así que tendréis que creéroslo. Eso sí, a su favor debo decir que al margen de este detalle (que lógicamente no era un problema, más que la mera anécdota) el trato fue muy agradable, todo estaba muy limpio, y el desayuno bufé fue correcto.
Una vez desayunados, partimos pronto hacia el parque, que estaba a cinco minutos a pie, si llegaba. Habíamos comprado e impreso las entradas desde casa así que pudimos acceder directamente a los tornos sin problemas. Llegamos allí sobre las 8:35 y, siguiendo los consejos de edmenahi, ya sabíamos lo que tocaba: ir a la «segunda» entrada del parque, una vez pasado el
Main Street, y esperar a que dieran las 9:00 para salir disparados hacia Silver Star. Para los tres, sería tanto nuestra primera hyper como nuestra primera carrerita friki. Y oye, ¡solos desde luego no íbamos a estar!
Conste que en la foto no se aprecia ni la mitad de la mitad de la gente que había allí...Y efectivamente, a las 9:00 en punto se abrieron las puertas y, sí... ¡la gente salió disparada! Y nosotros también, claro. Como no conocíamos el parque nos limitamos a seguir a buen ritmo la marabunta hasta que alcanzamos las colas de Silver Star, donde la gente seguía corriendo. Una vez allí llegamos a una bifurcación, donde unos tiraban para un sitio y otros para otro, así que nosotros escogimos el camino de la derecha y resultó que acabamos... ¡en la cola de la primera fila! Buena manera de estrenar una hyper...
¡El gran momento ha llegado!Sobra decir que a los tres nos encantó. De todas formas cuando a lo largo del fin de semana ya repetimos varias veces y probamos la última fila, ya pudimos hacernos una idea más objetiva: la coaster en última fila mejora mucho, ya que lógicamente se notan mucho más los airtimes, pero los trims son un poco cojoneros y el
coitus interruptus de la sección de frenos directamente no tiene nombre (te jode el airtime a mitad del mismo). La última parte con las curvas a toda leche está molona y el photo-ride está colocado en un sitio horrible, justo antes de llegar a la sección de frenos del final, inmediatamente antes de la estación...
... Lo cual no nos impidió salir así de felices
Después de Silver Star y siguiendo de nuevo los consejos del multinombr... digo de edmenahi

, seguimos con las atracciones más importantes del parque, rideando por zonas. Por hacer un breve comentario de algunas de las que montamos aquella mañana...
- EuroSat viene a ser la versión alemana de la versión de Orlando de Space Mountain. Muy brusca en algunos puntos, pero supongo que ahí estaba la gracia también. Sea como fuera, no repetimos...
- Ghost Castle resultó ser una copia absoluta de la Haunted House de Disney, aunque como es lógico, sin alcanzar su calidad. Lo llamativo es que lo copian absolutamente TODO, desde el trío de bustos cantarinos hasta los vehículos Omnimover o los ascensores del preshow. Los cuales, por cierto, cuando entramos nosotros estaban desactivados, a lo cual yo me quedé ralladísimo porque no entendía qué puñetas estaba pasando ahí. Es decir, pasabas por la puerta abierta del ascensor al ascensor en sí y de ahí volvías a salir de inmediato... Copón, ¿y la bajada qué?
Lincow y Juan me explicaron que lo que pasa en la atracción de Disney es que los ascensores realmente no son tales (cosa que yo no sabía)... peeeeero hablando posteriormente con el auténtico experto en la materia, JANDRO
, y buscando yo info en la red, descubrí que los de París SÍ son ascensores reales OTIS y por lo tanto en efecto bajan para sortear el tren que pasa detrás (esta es la única versión que conozco yo), mientras que en la versión de Orlando no, siendo el techo el que sube realmente. Así que ahora todo tiene sentido.
- También fuimos a ver la peli 4D, que edmenahi recomendaba especialmente, y... bueno... A mí particularmente no me entusiasmó. Al margen de que no me enteraba de na (aunque tampoco sea importante en este tipo de películas donde lo importante son los efectos), precisamente algunos de los efectos no nos llegaron bien. Yo creo que lo que más nos gustó fue la canción del inicio, que canturreamos más de una y más de dos veces a lo largo del viaje.
Cuando la pusieron en el teatro dimos la nota con sonoras carcajadas porque, lógicamente, seríamos los únicos que entendíamos la letra, y había algunas veces que decía cada cosa que era para troncharse... ¡La gente lo flipaba! 
- Matterhorn Blitz es una wild mouse más, que tenía su gracia, pero donde tampoco repetiríamos. Lo más destacable es (NO SIGAS LEYENDO SI NO QUIERES SPOILEARTE) lo curioso de su lift, que a los tres nos pilló de sorpresa. Yo algo había leído pero pensaba que se trataba de que la subida se hacía completamente en vertical, pero no... ¡Es un puñetero ascensor doble el que te sube a toda leche hacia arriba!
El puntazo es que justo antes de subir se abre una puerta que te hace pensar que vas a seguir de frente... Y todos pensamos lo mismo, que en España este efecto habría durado solo el día de la inauguración.
Así da gusto, que hasta los efectos más chorras que son puramente estéticos no necesarios para el funcionamiento mecánico de la atracción sigan activos, copón.
Una vez llegada la hora de comer, nos dirigimos a Bamboe Baai, el restaurante que está dentro de Pirates in Batavia... sí, exactamente igual que en los parques Disney. ¿Pero es que esta gente ni lo disimula o qué?

Pero antes de llegar allí vimos algo que debíamos hacer... y que debíamos hacer irremediablemente ANTES de comer. Y como un vídeo habla más que mil fotos...
https://picasaweb.google.com/lh/photo/e ... directlinkEso fue al final del ciclo, cuando después de girar todo lo rápido que pudimos y que el mundo nos diera mil vueltas ya íbamos más despacio y no podíamos ni con nuestra alma... Hacer el cabra en las tazas es ya un clásico, así que en Europa-Park no podía faltar. Atención a mi comentario del final...

Pero nah, en un par de minutos ya estábamos recuperados, así que directos al restaurante que nos fuimos. Una vez allí, efectivamente era una copia descarada del Blue Lagoon de Disney, con la diferencia de que en lugar de ser servicio de mesa, es un mero self-service. Pensaba que tendríamos problemas para coger sitio (era hora punta), pero no fue el caso. Además, los precios resultaron ser francamente buenos, y la comida estaba también muy rica y era relativamente abundante. Es decir, justamente lo contrario de Disneyland Paris, donde salvo en honrosas excepciones se come caro y mal. ¡En este aspecto un 10 por Europa-Park!
Foto mangada #3
No todo es igual a Disneyland Paris: aquí el restaurante está justo antes de llegar a la estaciónUna vez comidos, entonces sí, tocaba montar en Piraten in Batavia. Y al igual que Ghost Castle, es una copia descaradísima del Pirates of the Caribbean de Disney. Aún así, me parece necesario hacer una aclaración: Ghost Castle abrió nada menos que en 1982, y Piraten in Batavia tan sólo 5 años más tarde, así que ambas empezaron a funcionar cuando aún Disneyland Paris sólo era un mero proyecto. Así que en tal caso hasta tiene su mérito; el equipo que tuvieron que llevar hasta USA para fotografiar, analizar y calcar las susodichas rides tuvo que ser morrocotudo...
Una cosa que nos llamó la atención de Europa-Park a los tres fue las enormes diferencias a nivel calidad, cuidado y detalle de algunas zonas y atracciones. Quiero decir que se nota que es un parque con 37 ya años a sus espaldas, que se dice pronto. Hay zonas/atracciones muy modernas, pero también otras muy antiguas. Yo no he estado en el Disneyland original, pero tengo entendido que allí pasa algo similar. Sea como fuera, ahora toca hablar de una zona que a mí particularmente me enamoró. Esto es, lo que viene siendo el final del parque, en su extremo: Atlantica SuperSplash, Wodan, Blue Fire, Whale Adventures Splash Tours, y en definitiva toda esa zona, nueva y currada como ella sola.
¿Veis el torreón que está justo al lado de la bandera de España? Allí en lo alto se situa el bar Buena Vista Club.

Aquí incluso si afináis muy mucho la vista podréis vernos a los tres disfrutar como enanos...
Sobre estas últimas atracciones...
- Atlantica SuperSplash le gustó especialmente a Lincow, pues le pareció muy divertida (y eso que el pobre iba sin chubasquero, pero luego hablaré de eso...
). Desde luego yo particularmente si tengo que elegir entre Atlantica y la water coaster Poseidon, me quedo sin dudarlo con la primera: Poseidon como coaster me pareció un churro; vibra para mi gusto más de lo conveniente, así que no me gustó demasiado.

¡Soltero y sin compromiso, señoras!
- Blue Fire... Bueno, Blue Fire nos gustó a todos, está claro. Los arneses te dan una libertad tremenda en la parte superior del cuerpo, si bien yo por mucho que intentaba «sacar el culo» en la estación para que me quedara más holgado por abajo, los malditos (y bienhacedores de su trabajo, que no digo que no) de los operadores me lo apretaban hasta el fondo, que hasta inclusó «discutí» (de coña) con una de las operadoras cuando me dijo que metiera el culo pa'dentro.
De Blue Fire me quedo con ese maravilloso inline, con la parte indoor antes de salir disparado (donde aparentemente TODO FUNCIONABA, con su humito incluido (¡aprended, parques españoles!
), pero al mismo tiempo me quejo de ciertos tramos donde el tren perdía demasiada velocidad (en lo alto de la primera colina, por ejemplo) o algunos otros donde se notaba que el peralte no era el correcto, además de tener a los frenos de sección dando por saco una vez más. Pero vamos, que yo es que soy quejica (aunque prefiero decir exigente) de nacimiento... Me gustó.

¡Disfrutando!
- Whale Adventures Splash Tours (la splash battle), también nos gustó mucho, donde salimos (unos más que otros
) empapadísimos. Mencionar que los efectos no funcionaban, aunque doy fe que bastante teníamos ya con las barcas adyacentes y los colgaos que nos disparaban desde tierra, como si aquello fuera el desembarco de Normandía lo menos.
También nos pareció que la tematización de ésta estaba más currada que la homónima de Parque Warner.

Foto mangada #4
Y ahora sí; lo del chubasquero: Juan y yo, que ya sabemos más por viejos que por diablos, hablamos y acordamos ambos que nos llevaríamos chubasquero, que mojarse mola cuando hace un sol que te derrite las neuronas y te seca luego en condiciones, pero si no, no. Lincow... bueno, Lincow no debió pensar lo mismo, así que allí se plantó el hombre, sin su chubasquero, y claro... «Lincow, vamos a subir a la splash battle, tío, que tiene buena pinta... Lincow, ahora un Atlantica SuperSplash, que por el nombre no parece que moje mucho»

. Sus respuestas eran muy variadas, y en ninguna nos llamaba nada bonito... Pero al final, el hombre se animó y montó en todas las atracciones de agua con nosotros.

De todas formas da igual, porque Juan, que está gafao en este tipo de atracciones, fue el que más recibió...
Juan en Atlantica SuperSplash, una vez superado el splash: «anda, mira; pues casi no me he moj... [¡¡PUM!!; sale un cañonazo de agua disparado contra la barca] ¡¡JODER, MIERDA, JODER!!». 
El día poco a poco fue llegando a su fin. Aquel sábado el parque chapaba a las 20:30, así que seguimos montando en lo que pudimos hasta que nos dio la hora del cierre. Debo decir que nos cundió muchísimo: salvo para montar en Silver Star a primera hora de la mañana, no recuerdo que fuéramos especialmente rápido a la hora de movernos por el parque; simplemente nos hacíamos una ride detrás de otra, sin entretenernos demasiado. Debo decir que, tal y como leí por aquí, las operativas de Europa-Park son MUY eficientes (cómo amo este concepto); mucho más que en Disneyland Paris. Y digo bien porque, aunque tal vez en DP sean algo más rápidos, en EP son más eficientes porque con muchísimo menos personal consiguen lanzar trenes, barcas o lo que demonios sea a una velocidad casi a la altura del parque parisino (y recuerdo que hablo de éste porque es el único Disney que conozco). Nos llamó muchísimo la atención que, a diferencia de en DP, donde los CM van, por lo general, estresados y a todo correr, aquí es justo al contrario... Más de una y más de dos veces nos encontramos con operadores que no hacían NADA; por no hacer ni te revisaban el arnés (en algunas rides, claro; no en todas), pero el caso es que el sistema funcionaba. Salvo en las atracciones con single rider, eso era el
laissez faire de los parques temáticos: una vez llegabas a la estación, tú te ponías y distribuías en la fila y sitio que te diera la gana, y los operarios sólo estaban para intervenir si los visitantes no cumplíamos con nuestro «trabajo». Al menos yo lo recuerdo así; que me corrijan Juan o Lincow si la memoria me ha patinado. En definitiva, que una vez más, parece ser que la eficiencia de los alemanes para el trabajo NO es un simple mito.
Una vez llegada la hora de cierre del parque, tocaba manducar. Y una vez más, pese a que el día anterior nos habían dicho que la cosa estaba completa para todo el fin de semana, decidimos acercarnos al Ochsen a ver si sonaba la flauta... Y sí, señores; ¡había sitio!

Nos sentamos en una mesa grande y larga que ya tenía comensales (autóctonos y extremadamente ruidosos, todo sea dicho) y nos atendió una mujer con la que hablamos sin problemas en inglés, si bien es cierto que echamos en falta una carta para poder decidir tranquilamente: Juan pidió una y la mujer le contestó que no tenían, llegando nosotros a la conclusión de que, lógicamente, tener tenían, pues por allí rulaban, pero tal vez no en inglés. Así que un poco a ciegas, Lincow se pidió... cerdo con patatas, creo (que me corrija él si me equivoco), y Juan y yo un mix variado con una especie de patatas hechas con pasta (cuyo nombre yo no recuerdo, pero Juan sí que lo miró a la salida*). Yo acababa de comer algo hacía no mucho en el parque y tampoco tenía mucha hambre, así que temía no ser capaz de terminarme mi plato... Pobre de mí; ¡qué equivocadito estaba!

¡Eso era el cielo hecho comida!

Yo especialmente disfruté la pasta con forma de patata, pero la carne también, por supuesto. Una vez terminamos, yo creo que debieron poner los platos y sartenes directamente a escurrir, porque estaban relucientes de lo que habíamos devorado.

En serio; salimos muy satisfechos de aquel sitio, y para variar, no podemos más que recomendarlo a todo el mundo que vaya a Rust.
Una vez cenados, el día había llegado a su fin. Cruzamos la calle, subimos a nuestro chachi-hostal, y a dormir, que mañana nos esperaba un día más largo aún, si cabe... así que todos estuvimos de acuerdo en retrasar ligeramente la alarma del despertador.
*Juan; no me vengas con que no tienes cuenta en PKTK, hijo de peich. Saluda, escribe, ¡e ilumínanos a todos con el nombre de las patatas raras ésas, leñe!
